
El ozono es un gas compuesto por tres átomos de oxígeno, fácilmente separables. Se origina naturalmente con los rayos y relámpagos. En laboratorios se produce por irradiación de una corriente de aire ó oxígeno con rayos ultravioletas de lamparas especiales, o por el pasaje de aire o de oxígeno por una corriente eléctrica de alta frecuencia.
Históricamente, las desinfecciones eran realizadas con cloro, vapor de agua y agua hirviente. Pero expertos demostraron que el cloro dejaba subproductos como el trihalometano y dioxinas que se convertían en cancerígenas al reaccionar con materias orgánicas encontradas en el agua. Por estas razones el vapor de agua y el agua hirviente han sido remplazadas por el ozono disminuyendo considerablemente su costo de producción.
El ozono es un agente desinfectante de alto nivel y de eficacia demostrada en aplicaciones relacionada con el procesamiento de alimentos y la esterilización de instalaciones y equipos de todo tipo de riesgo a la vida humana. La elaboración de ozono debería ser realizada en el mismo lugar de consumo, ya que la vida útil del mismo es de 10 a 30 minutos a temperatura ambiente. La utilización de ozono con oxigeno producidos in situ, disminuye ampliamente los costos y origina una alta eficiencia en los resultados.
El uso del ozono es muy sencillo, no obstante, el personal que lo utilizará, deberá tener una instrucción de su forma de aplicación y normas de seguridad. Para ello, nuestro servicio técnico de venta realiza capacitaciones de personal, toma de muestras, análisis y ensayos previos.
Bajos costo, al fabricarse a partir de gas O2XIAIR producido por nuestros generadores PSA en lugar de utilizar cilindros con oxigeno de aire. Cuesta la mitad que otros desinfectantes químicos menos efectivos y la mitad de lo que cuesta la aplicación de vapor de agua y agua hirviente.
Es mucho mas seguro para el personal que cualquier agente desinfectante químico. Al generarse "in situ", se elimina el transporte, almacenaje y manipulación de productos peligrosos. El único subproducto del ozono es el mismo oxígeno que respiramos.
Es el agente de más amplio espectro para el control microbiano de uso seguro. Destruye bacterias tres mil veces más rápido que el cloro. Muy efectivo en bajas concentraciones. Esta aprobado por la FDA para su uso en fase gaseosa o acuosa como antimicrobiano de contacto directo con alimentos.
Riego con agua ozonizada: aporta más oxígeno para las raíces, destrucción de microorganismos dañinos. Plantas más vigorosas. Mayor crecimiento en menor tiempo. Ahorro de aditivos, abonos, insecticidas. Ahorro de agua. Mayor producción.
Actividad bactericida: control de olores y formación de hongos. Desinfección y esterilización de cámaras frigoríficas. Ambientes con aire ozonizado permite mejorar la calidad del producto. Conservación de frutas.
Mejoramiento de la sanidad animal: eliminación de materias patógenas. Limpieza de recipientes, bebederos y utensillos. Eliminación de gases amonicales. Mejoramiento de la calidad del agua.
Tratamiento de líquidos cloacales antes de su eliminación. Reducción del DQO - Demanda Química de Oxígeno por eliminación de bacterias. Mejoramiento de los servicios de recuperación de aguas.
Destrucción de agentes infecciosos aerobios y anaerobios. Esterilización de ambientes y elementos médicos: quirófanos, consultorios, salas, morgues, instrumental, ropas, utensilios, etc.
Tratamiento y desinfección del aire. Eliminación de olores: tabaco, humedad, baños, "encierro". Ambientes: como baños y cocinas de hogares, clínicas, hospitales, consultorios, colegios, oficinas, bares y restaurantes, comercios y supermercados, ómnibus y medios de transporte.
Higienización de utensilios domésticos. Higienización de elemento para bebés : tetinas, chupetes. Cosmetología, aceites vegetales ozonizados.
Eliminación de la contaminación por destrucción catalítica de hongos, bacterias y virus. Transformación de residuos patogénicos en comunes.
Desinfección bacteriana e inactivamente viral. Aguas gasificadas embotelladas. Acuarios. Oxidación de metales: Fe, Mn, metales pesados. Oxidación de cianuros, sulfuros y nitratos. Oxidación de productos orgánicos: pesticidas, detergentes, herbicidas, etc.