
El Hidrógeno es el más liviano de los elementos simples; constituye el 15% del total de la corteza terrestre, en diversas combinaciones (aguas, sales, etc.) pero sólo el 0.9% en estado libre. En todo el mundo, grupos de científicos y empresas estudian, investigan y trabajan con el Hidrógeno como fuente de energía limpia.
La ley Argentina 26162 (BO del 25.8.2006), declaró de interés nacional el desarrollo de la tecnología, la producción, el uso y la aplicación del Hidrógeno como combustible y vector de energía, estableciendo las políticas, objetivos y demás condiciones al efecto.
La Organización Internacional de Estandarización (ISO), tienen en estudio y desarrollo normas técnicas (ISO/TC 197) sobre producción, aplicaciones, seguridad ambiental y de personal con respecto al Hidrógeno. En tanto que en Argentina el IRAM ya ha emitido ciertas normas al respecto.
La producción a nivel mundial de hidrogeno es de mas de 45 millones de toneladas anuales, donde una de las principales aplicaciones es la propulsión de vehículos.
Es un combustible extraído del agua. un recurso abundante en el mundo. Combustión limpia, produciendo solamente vapor de agua. Un motor de combustión interna adaptado a hidrógeno produce 200 veces menos de óxido de nitrógeno que los motores actuales.
Equipos sin mantenimiento. Corto tiempo de puesta en marcha. Control continuo de concentración y volumen producido.
Eficiencia en términos de producción sobre capital invertido y costo operativo. Equipos disponibles para un rango entre 1,4 Nm3/hr. y 28Nm3/hr. a presión entre 4 y 10Kg/cm2.Alta calidad del producto, 99,98% +2 v/v en hidrógeno.
Hidrogenación del petróleo, para fabricar naftas y combustibles livianos. Gas de síntesis para la fabricación de amoníacos (uso actual más importante). Fabricación de aceite de ricino. Agente hidrogenante para productos farmacéuticos y cosméticos. Conversión de aceites en grasas saludables sólidas. Atmósferas reductora para fabricación de vidrios. Industria del caucho.
Producción de energía eléctrica limpia, a gran escala y para uso vehicular remplazando la quema de combustibles fósiles. Uso en motores de combustión interna, debidamente modificados aumentaría la eficiencia automotriz un 30%.
Soldadura y corte de metales como aluminio, manganeso y plomo. Agente reductor en la transformación de óxidos y cloruros metálicos en metales de alta pureza. Líneas continuas de desoxidación y galvanizado de chapas y alambre de hierro y acero. Hornos de soldadura por capilaridad (brazing) de atmosfera controlada. Tratamientos de recocido de bimetales, sintetizado y acero inoxidable.
Gas comburente en cromatografía de gras. Gas para relleno de globos meteorológicos. Fabricación de semiconductores.